lunes, 11 de marzo de 2013

Rudy Fernández sufre una agresión



«Los nacidos para arrastrarse jamás se levantan», rezaba una inmensa pancarta en el infierno del Zalgirio Arena. A Rudy Fernández, el destinatario, le estaban esperando. No olvidaban los aficionados del Zalgiris los incidentes que desencadenó el balear en el partido de ida en el Palacio, cuando provocó tanto a Ksistof Lavrinovic -le lanzó un balonazo- como a Paulius Jankunas, con los que tuvo más que palabras en los últimos minutos. Pero el asunto se fue de las manos cuando dos aficionados -los hermanos Maciai, conocidos radicales del equipo de Kaunas- al parecer borrachos, le agredieron una vez acabado el encuentro, cuando la expedición blanca estaba subiendo al autobús después de la apurada victoria en la prórroga, para iniciar el trayecto de vuelta al aeropuerto.

El Real Madrid estaba alerta y por eso había contratado seguridad extra en su viaje a la ciudad lituana. Pero nadie esperaba que, más allá del ambiente hostil, de abucheos permanentes, consignas desde la megafonía, algún vídeo desde el marcador recordando los hechos de Madrid y varias pancartas ofensiva en las gradas del impresionante pabellón, corriera también peligro la integridad física del alero, que ya durante el choque había sufrido un golpe fortuito en la rodilla. Los hinchas lograron saltarse todas las barreras, acercarse por detrás a Rudy cuando éste se disponía a acceder al autobús y darle un golpe que le tiró al suelo. Según fuentes del Madrid, no sufrió ningún daño físico, más allá del enorme susto. Sí resultó herido en un ojo por un puñetazo el guarda jurado del club, que redujo a uno de los radicales, el que fue detenido por la policía lituana. El otro, que al parecer logró huir, fue perseguido por varios miembros de la plantilla blanca.

Tras el incidente, el Real Madrid se personó en una en una comisaría para denunciar al agresor. Espera que la Euroliga tome medidas, ya que la vergonzosa agresión se produjo dentro de las instalaciones del Zalgiris. Tanto el club como el agente del jugador se quejaron públicamente del clima con el que fue recibido Rudy, odio incitado que está en el origen del hecho. «¿Se ha contado que durante el partido se ha arengado desde los dispositivos del club contra Rudy? Indignante», proclamó David Carro en su cuenta de Twitter. «Si queremos que algunos de los mejores jugadores europeos vuelvan de la NBA, sucesos así no deben ocurrir jamás. La Euroliga debe tomar medidas drásticas para impedir que esto vuelva a pasar. Hace falta un castigo ejemplar», afirmó Juan Carlos Sánchez en As.

Tras los incidentes en el Palacio, Rudy Fernández había pedido disculpas por su actuación. «Tengo que decir que me dejé llevar por la tensión del partido en la última jugada. Quiero pedir perdón a Jankunas», afirmó, para continuar: «Mi carácter en la pista es algo que tengo que mejorar y más sabiendo toda la gente joven que nos sigue. Mea culpa». Aún así, la Euroliga había sancionado al internacional español con una multa de 3.500 euros («me lo merezco», dijo). Ayer mismo, instantes antes del partido, Rudy y Jankunas -quien no jugó por lesión- se saludaron cordialmente en la misma pista, aunque el gesto no sirvió para calmar los ánimos de los violentos seguidores del Zalgiris, una afición, por otra parte, que siempre destacó por su enorme e incondicional amor al baloncesto.

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